Querido Igor,
Habrá que creerle al mapa, aunque no del todo. Ahora, tras la incomprensible e injusta decisión que determina tu alejamiento del Ballet Nacional del Sodre, inicias una nueva etapa lejos de nuestro país. Pero seguirás siempre cerca de nosotros. Acá queda tu trabajo con esa inagotable inventiva para crear versiones en ballet a partir de autores y personajes uruguayos, tu enorme talento, tu don de gentes, tu capacidad para formar equipos. Queda tu compromiso con la cultura en todas las vertientes; una cultura que no sea dádiva ni adorno, sino camino empedrado de sudor y esperanza rumbo a un mundo mejor para todos y para todas. Queda, sobre todo, el cariño que nos diste y que te dimos. Nos llena de alegría que tu despedida haya sido con esa magnífica adaptación al ballet de la novela «La Tregua», de nuestro querido Mario. No hay tristeza porque sabemos que todos los senderos llevan al reencuentro. Hasta pronto, maestro.
Fundación Mario Benedetti